Hace pocos días conocimos
los resultados de las cuentas fiscales de 2017. Si bien no hay grandes
sorpresas en esos resultados, ellos confirman la persistente falta de voluntad
de las autoridades para controlar la expansión del gasto fiscal. Aun cuando los
ingresos fueron este año mayores a los inicialmente previstos, el déficit
efectivo volvió a crecer, alcanzando a 2,8% del PIB estimado para el año. El
déficit de 2017 se convierte así en el más alto desde 2009, cuando llegó a 4,3%
del PIB y la economía sufría los impactos de la Gran Recesión internacional.
El gasto del gobierno
central total creció 4,7% respecto a 2016 y alcanzó a 24% del producto. Esto
significa que se sobreejecutó el gasto aprobado en la ley de presupuesto; en
concreto, la ejecución llegó a 100,5% de la ley aprobada. Esta sobreejecución
ocurrió, sin embargo, solo en el gasto corriente, que creció 6,3% a/a y ejecutó
el 101,6% de la ley aprobada; el gasto de capital, en cambio, cayó 3%,
ejecutándose del orden del 95% de lo aprobado. La expansión del gasto corriente
estuvo muy influida por el aumento en 6,9% a/a de los subsidios (que
representan el 42% de ese gasto) y el aumento relativamente alto del gasto en
personal (5,9%) que corresponde al 24% del gasto corriente. Por su parte, el
pago de intereses por la deuda pública (que representaron el 4,1% del gasto
corriente) creció 12,8%. En síntesis, y como se vio durante el año, la variable
de ajuste para evitar una expansión aún más severa del gasto fue la inversión
pública.
La existencia de un déficit
efectivo implica necesariamente la reducción del patrimonio. En el caso del
gobierno central el financiamiento del déficit significó en 2017 un aumento de
sus pasivos netos y una deuda bruta que alcanzó a 23,8% del producto estimado
para el año. Es precisamente esto, el rápido crecimiento de la deuda, una de
las características que ha tenido la conducción fiscal de este gobierno; en
diciembre de 2013 la deuda bruta del gobierno central llegaba a 12,7% del PIB,
hoy es casi el doble, tanto en nivel absoluto como relativo.
La otra mirada a los
resultados fiscales es desde el balance cíclicamente ajustado. Al enviarse al
Congreso el proyecto de presupuesto para 2017, la autoridad sostenía que: “De
acuerdo a las proyecciones de ingresos efectivos y de gasto total, se estima un
déficit efectivo del Gobierno Central Total para 2017 … equivalente a 3,3% del
PIB proyectado para el año. Este resultado efectivo incluye un componente
cíclico equivalente a 1,8% del PIB, con lo que se estima un déficit
cíclicamente ajustado de 1,5% del PIB proyectado para ese año.” (IFP, octubre
de 2016, pág. 36) Como lo dijimos antes, el déficit efectivo fue finalmente
menor a la cifra inicialmente proyectada, pero el déficit “estructural” fue
mayor y, además, tampoco se logró la convergencia hacia el equilibrio que la
misma autoridad se había impuesto al sostener que: “la meta fiscal de la presente
administración será, a partir del año 2016 y hasta 2018, reducir el déficit
estructural en aproximadamente el equivalente a un cuarto de punto porcentual
del Producto Interno Bruto cada año, medido este último con parámetros
estructurales comparables de un año a otro”. (Ibídem) Si bien no es factible ex
ante comprometerse con un resultado ex post exacto, es esperable que se
realicen los mayores esfuerzos para cumplir la regla fiscal y la senda de
ajuste diseñada por la misma autoridad, ya que nadie se la impone exógenamente.
No fue ese el caso esta vez; ya en septiembre las autoridades de Hacienda
sabían que el déficit cíclicamente ajustado estaría por arriba del que se debía
alcanzar por la regla y nada fue hecho para reducir el aumento del gasto, variable
esta sobre la cual la autoridad sí tiene control.
El legado que se deja a las
autoridades que asumirán en marzo, y finalmente al país, es un presupuesto
fuertemente deficitario y con enormes presiones de gasto que hoy está muy claro
para todos que no son financiables. El deterioro que se ha producido en las
cuentas públicas no es neutro, ha generado y seguirá generando importantes
costos a la sociedad.
Disponible en El Dínamo.
¿Cómo podemos mejorar esta sección?
¿Te gusto nuestra publicación?
*Donación de $2.000
saber más
Nos alegramos de que la sección sea de tu utilidad!
¿Cómo podemos mejorar esta sección?
Infórmate de lo último del Obsevatorio. Nuestras actividades y estudios directamente en tu e-mail.